En memoria de Florencio de Santa Ana
Maestro? Amigo…? No sabría con qué adjetivo definir a Florencio de Santa Ana y Álvarez Ossorio, fallecido en Madrid el pasado jueves 10 de noviembre. Trabajador incansable, profesional serio y discreto, hombre elegante en toda la acepción del término, su nombre siempre estará ligado al del Museo Sorolla, del que comenzó siendo Conservador en el año 1974 – cuando al Cuerpo Facultativo se accedía a destinos concretos – y en el que ejerció después, como Subdirector y Director, durante los siguientes 34 años, hasta su jubilación.
Experto en pintura del siglo XIX, formado en el Departamento de Historia del Arte de la Universidad Complutense y en el Casón del Buen Retiro, se demostró capaz de convertir la antigua Casa Sorolla en un moderno museo que ha acabado cautivando a un público cada vez más incondicional, crear un gran centro de investigación en torno al pintor y su época y llenar de publicaciones metros lineales de bibliotecas especializadas.
Pero si tuviera que elegir un rasgo de su carácter diría que fue, sobre todo, un buen compañero para todo el que en algún momento le necesitó y un generoso maestro, de los que no buscan círculos de cortesanos, sino discípulos que les superen. Como tal le conocí en los inicios de mi vida profesional y como tal, además de como amigo querido, me gustaría que se le recordara.
Mónica Ruiz Bremón
Secretaria del Consejo Ejecutivo de ICOM España